El Estado de bienestar que España ha labrado en 30 años de democracia no sólo no ha conseguido alcanzar los niveles europeos, sino que hoy se ve fuertemente desafiado por una crisis que pone en tensión la sostenibilidad de sus cuentas públicas y, en última instancia, su propia pervivencia.
La diferencia entre la felicidad y la miseria, decía Charles Dickens, reside en no gastar sistemáticamente más de lo que uno ingresa. Y eso es lo que sucede ahora. ¿Puede España garantizar su Estado de bienestar tras el derrumbe de un modelo económico antaño burbujeante?
La respuesta arquetípica en economía, y puede que en política, es un melancólico depende. Pero no es aventurado decir que vienen curvas: los ajustes (sin eufemismos: recortes de gasto y subidas de impuestos) son impepinables a corto plazo si como hasta ahora mandan los mercados. Aunque, atención: de ser así se corre el riesgo de truncar de raíz una recuperación que ni siquiera ha comenzado aún. Y a más largo plazo, el debate de nunca acabar de las reformas estructurales deberá traducirse en algo tangible. En plata: más recortes. Una vez más, eso es lo que sucederá si los mercados siguen dictando el guión, y no está claro que los políticos puedan (y ni siquiera que deban) llevarles la contraria: ahí está el caso de Grecia, tan diferente pero también tan amenazador. A corto, a medio y a todos los plazos, eso, en pocas palabras, son malas noticias.
Soy una chica del Instituto Conde Diego Porcelos llamada Esti que estoy estudiando el Ciclo de Grado Superior de Integración Social. Espero que os guste y os haga reflexionar aunque sea tan solo un minuto cuando esteis viendo este fantástico y mejorable blog :)
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Concepción Arenal
Concepción Arenal nació en El Ferrol, el 31 de enero de 1820. Quedó huerfana de padre a la edad de ocho años. Su padre, don Angel del Arenal, era un santanderino nacido en Armaño el 24 de marzo de
Infancia y Juventud
Después de la muerte de su padre, la madre de Concepción junto con sus hijas: Antonia y Concepción se trasladan a Madrid en 1824, la tercera hija Luisa había muerto. Un año después de la muerte de su madre, en 1842, Concepción se viste de hombre para poder asistir a la Universidad Complutense de Madrid y tomar clases en la Facultad de Derecho. En la universidad, Concepción conoce al hombre que luego sería su marido.
Vida Matrimonial
En 1848, Concepción Arenal se casó con Fernando García Carrasco, hombre capáz de entender y aceptar la actitud combativa de Concepción ante las injusticias de su época. Al momento de casarse, Concepción Arenal cuenta con veintiocho años y su esposo cuarenta. Fernando García Carrasco era abogado, periodista y liberal. La pareja tiene varios hijos, pero mueren a temprana edad. Sólo les quedará un hijo, Fernando García Arenal, que se hizo ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, una carrera progresista de aquella época (1875). Durante su matrimonio, los esposos se ganan la vida escribiendo para el periódico La Iberia, donde Fernando llega a ser editorialista y redactor. En enero de 1857 Fernando García muere, y Concepción Arenal decide trasladarse a Oviedo y posteriormente a Portes, capital del valle de Liébana.
Vocación Feminista
Concepción Arenal dedicó su pluma a la reivindicación de las situaciones marginadas; escribió para que la leyeran, para que la entendieran, para que sus lectores participaran en sus ideales. Uno de los aspectos más progresistas de Concepción Arenal es su consideración de la mujer como ser humano marginado a quien hay que ayudar, estimular y respetar, no en rendiciones galantes, ni en modales encantadores y protectores, sino educándola en la dignidad de su propia condición. Como escritora, Concepción Arenal eligió el género y los medios más accesibles a los lectores: el género epistolar y el folletín. Las obras que presentan esta vocación de Concepción Arenal son: La mujer del porvenir,La educación de la mujer, El estado actual de la mujer en España, El trabajo de las mujeres, La mujer de su casa, y El servicio doméstico.
Proyección Activista
Aparte de su actividad de escritora, Concepción Arenal fue activista de sus ideas sustentadas en sus artículos y libros: conoció el horror de las cárceles de mujeres y hombres, la inmisericordia y miseria de hospicios y manicomios, y hasta en la guerra civil carlista acompañó a las tropas cristianas para atender heridos de ambos bandos y dirigió el adecentamiento del hospital de campaña que se montó para atender a tantos hombres moribundos y heridos. Tanta actividad, le hizo ser merecedora del nombramiento de visitadora de prisiones de mujeres en 1863 en La Coruña, cargo al que renuncia sin justificación aparente en 1865. En 1868, es nombrada inspectora de casas de corrección de mujeres, cargo que ocupa hasta 1873. En 1871-72, fue nombrada secretaria general de la Cruz Roja. También fue miembro de la Junta Directiva del Ateneo de Señoras, fundado en Madrid por Fernando de Castro.
Los últimos años
La década de los ochenta fue más reposada en la vida de Concepción Arenal. Sobrepasados los setenta años, vivía con su hijo Fernando. A inicios de 1890, Concepción Arenal decidió cambiar su residencia a Vigo en donde se agravaron sus dolencias. La mañana del cuatro de febrero de 1893, Concepción Arenal falleció a la edad de setenta y tres años de catarro bronquial crónico. Al día siguiente fue enterrada en Vigo en uno de los más populosos entierros.
Hemos elegido su biografía porque en ella se ve bien su andanza por el mundo de la acción social.
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